Este piso goza de una ubicación ideal en el corazón de Roses, frente al pintoresco puerto, y ofrece vistas panorámicas al mar Mediterráneo. La ubicación no podría ser más perfecta para aquellos que buscan el encanto costero.
El piso está equipado con ascensor, lo que garantiza un acceso fácil y cómodo a esta residencia de gran altura. Un balcón privado permite disfrutar del suave clima mediterráneo.
Además del balcón, también hay una terraza en una planta, perfecta para comer al aire libre.
Además, este piso ofrece una ventaja poco común: dos sótanos privados para guardar sus pertenencias, lo que garantiza espacio extra para sus necesidades de almacenamiento.
Vivir aquí es una oportunidad para disfrutar al máximo del estilo de vida mediterráneo, con playas, restaurantes y tiendas en la puerta. Es una oportunidad única de poseer una casa frente al mar en uno de los destinos más populares de la Costa Brava.
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